Sobran jefes y faltan líderes.
Si llevas un tiempo siguiéndome tanto en Redes Sociales como leyéndome aquí en el blog sabrás que es una frase que digo con mucha frecuencia.
Lamentablemente, todos hemos tenido alguna vez un jefe tóxico, yo la primera.
Antes de nada, aclaro algo: Todos necesitamos trabajar para vivir, sin embargo, no se puede vivir eternamente bajo la soga de un jefe tóxico.
Si la situación está en un punto sin retorno en el que solo sufres y ya no disfrutas tu trabajo, piensa en ti y cambia de empleo en la medida que tus circunstancias te lo permitan.
El jefe tóxico no solo es aquel que usa métodos basados en castigos para aumentar la productividad, sino que lleva a cabo otra serie de conductas que acaban produciendo miedo a ir al trabajo, ansiedad o baja autoestima.
La persona que lo sufre no sabe si realmente está haciendo algo mal, siente culpa y baja autovaloración, y no sabe cómo salir de esa situación.
Si tu jefe te hace pasar malos ratos en el trabajo, estas técnicas te ayudarán a minimizar el impacto de su mala actitud en tu autoestima.
¿Cómo trabajar con ellos/ellas?
- No aceptes humillaciones en el trabajo: en cuanto hay un grito, te levantas y te vas al baño o cuelgas el teléfono. Con voz firme sin gritar, pídele hablar en un momento donde esté más tranquilo y no haya gritos.
- Actúa siempre como te gustaría que actuara contigo. Si te grita, no le grites en respuesta; si te humilla, no aproveches cada oportunidad que tengas para hacer lo mismo. Pagar con la misma moneda puede parecer más divertido, pero tener piedad es mucho más saludable.
- No alimentes la polémica: no eleves la voz, ni entres en la trampa de ser víctima o agresor/a. Haz preguntas, por ejemplo. ¿Qué significa cuando dices…? ¿Concretamente qué necesitas como tarea?
- Apóyate en tus compañeros de trabajo, habla de las cosas que te molestan en lugar de guardártelas para ti. De este modo podrás exteriorizar un poco tus problemas y quizá aliviar la carga de otros compañeros que pueden encontrarse en la misma situación.
- Recuerda que no es algo personal, que no es contra ti. Un jefe tóxico es de la misma forma con todo el mundo, y muchas veces no puede evitarlo. Tener siempre presente que no eres tú te ayudará a llevarlo con más calma. Es difícil lo sé, pero tienes que intentarlo. No te creas todo lo que dice un jefe tóxico ¡recuerda, son tóxicos!
- Sigue haciendo tu trabajo con energía ¡no escondas tu talento! Muestra tu autenticidad.
- Si puedes muéstrale que en ocasiones le intentas proteger de sus propios errores, intenta ser su aliada. Pero que no lo confunda con sumisión, es cooperación, no sumisión.
- Habla bien de él/ella en otros sitios, que se sienta reconfortado y sé honesta con tu pensamiento cuando converses con el /ella. Quizá aprenda a hacer equipo y dejar la autocracia.
- Piensa que la jornada laboral no es eterna, que al salir de la oficina te encontrarás con amigos, con tu familia o simplemente dedicarás tiempo a formarte o practicar alguno de tus hobbies. Poner foco en los buenos momentos es fundamental para sobrellevar los malos ratos.
- Si no puedes, NO esperes a que tu autoestima baje o este en duda tu valor profesional: cambia de empresa lo más rápido posible.
Recuérdate a ti mismo lo que vales. Tienes este empleo porque eres capaz, ya que tienes la motivación, la formación y la voluntad para ocupar el puesto que tienes. No dejes que ninguna crítica te haga olvidar tu valor.
NINGUNA EMPRESA ES MERECEDORA DE TU VIDA, NI DE TU SALUD.
Y recuerda,
Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta