Si bien parece que sea algo novedoso, es en la década de los 70 cuando dos
psicólogas clínicas, Pauline R. Clance y Suzanne Imes, definen el síndrome del
impostor como la sensación de falsedad frente a otros y la inhabilidad de
autorreconocernos como personas exitosas.
Es un síndrome que básicamente está relacionado con una baja autoestima. Las
personas que lo padecen no tienen un buen concepto de sí mismas y, por tanto, no
se ven capaces o competentes.
Este trastorno es más habitual de lo que parece y 7 de cada 10 personas lo hemos
sufrido alguna vez en la vida.
El primer paso es reconocerlo y lo importante es que no nos agobiemos, que no
permitamos que nos bloquee y arruinarnos, así, nuestra carrera profesional incluso
nuestra vida personal.
Veamos cómo lo podemos tratar, cómo podemos modificar nuestro día a día para
poder convivir con él y no dejarle que interfiera en nuestras decisiones, VAMOS A
VER COMO SUPERARLO.
Las 9 Claves para superar el síndrome del impostor
Pese a que sea normal o frecuente padecer este trastorno, si no intentamos
superarlo puede llegar a arruinar todos los esfuerzos por alcanzar nuestros
objetivos, o nuestros sueños. Estas serían las 9 claves para hacer frente al síndrome del impostor:
No siempre tienes que posicionarte como un experto, si no lo eres —.
Es muy difícil que alguien llegue a decir que sabe todo de un tema específico.
Teniendo en cuenta el avance en la ciencia y la tecnología, diariamente tenemos a
nuestro alcance nuevas cosas que aprender. Intenta no pasar por las situaciones en
las que, de una manera errónea, consideras que tu sabiduría es insuficiente.
Aprovecha esta oportunidad y refuerza tus conocimientos en tu área. De esta
manera te sentirás más preparado.
Romper esa dependencia respecto a la opinión de otros —.
El síndrome del impostor hace sentir a quien lo padece que no merece sus logros
profesionales, que no es tan competente o habilidoso como los demás creen y que
todo ha sucedido gracias a la fortuna.
Pero estas inseguridades solo se encuentran en tu mente, a menudo, sientes miedo, una acusada falta de confianza y estás en una constante búsqueda del reconocimiento de los demás en todo lo que haces.
Por supuesto, hemos de tener en cuenta las opiniones y las críticas constructivas de
los demás, aunque lo más importante es lo que tú crees. Fíate de ti y decide por ti
misma.
Ser coherente con tus pensamientos y acciones —.
Tienes que ser honesta contigo misma e identificar, analizar y asumir lo que estás
sintiendo y lo que estás haciendo. No servirá de nada intentar acallar o ignorar esos
pensamientos o acciones.
Hay que hacerles cara y ser conscientes de que esas sensaciones son lícitas, pero no son la realidad. Cuando estás segura de lo que haces, simplemente, no prestas atención a nada más.
Establece metas realistas —.
Evidentemente, no debería haber objetivo que no podamos alcanzar si así nos lo
proponemos. Por esa razón, antes de establecer estas metas deberías tener en
cuenta muchos factores externos que intervienen en nuestros proyectos (aspectos
económicos, políticos, de salud…) y por supuesto deberías considerar tener
preparado algún plan B o los que sean necesarios si se presenta algún obstáculo en
el camino.
No te compares —.
Si tienes que compararte, hazlo contigo mismo.
Desafortunadamente, tenemos la costumbre de acordarnos frecuentemente de
cuando cometimos un error, dejándonos una sensación de inferioridad y sin la
motivación necesaria para perseguir nuestros objetivos.
Para esos momentos intenta atraer a tu mente situaciones de éxito, ¿en qué momento te sentiste orgullosa? ¿Cuándo contribuiste a un fin importante? … Entonces en ese momento
es cuando te tienes que comparar con esa yo de meses, años atrás. Verás que
ahora, obviamente, eres muchísimo mejor. Siéntete orgullosa de tu versión mejorada.
Comparte tus logros —.
Después de valorarte y ver que ahora eres mucho mejor, es el momento de
reconocerlo.
El aislamiento es una de las consecuencias del síndrome del impostor, algo que hay
que evitar. Por lo tanto, una vez que hayas asumido tus éxitos, el siguiente paso
para la superación será compartirlos con otra persona.
Por supuesto que tienes que aceptar tus limitaciones, pero, es imprescindible que
aplaudas todas tus capacidades y las hagas saber a otras personas.
Di sí, a nuevas oportunidades —.
Es muy común que quien padece del síndrome del impostor deje pasar
oportunidades de carrera profesional, puesto que no se ve capaz de hacer bien el
trabajo.
Por supuesto que es imposible decir que sí a todas las oportunidades que
se te crucen en tu camino, aunque tienes que ser consciente del porqué no las
puedes aceptar. ¿Es porque considero que no soy capaz, que no tengo el
conocimiento suficiente? ¿O es porque tengo demasiadas cosas pendientes?
¡Ojo!… la primera pregunta corresponde a tu síndrome del impostor.
Aceptar un nuevo reto y conseguir llevarlo a cabo con éxito te abre muchas puertas,
te da seguridad.
Acude a un profesional —.
Es importante compartir tus sentimientos y experiencias con alguien. Te ayudará a
lidiar con tu síndrome del impostor. Por ello te recomiendo compartir tu problema
con un profesional, tendrás una visión algo más objetiva.
Aprende a fluir con este sentimiento —.
A veces, el síndrome del impostor, puede ser una condición que se tiene de por
vida. Personas con éxitos y que han trabajado la superación de este trastorno,
siguen sintiendo sus síntomas. Es realmente difícil deshacerse de él por completo,
especialmente si lo has tenido por años. Por eso tienes que evitar que no te impida
perseguir el éxito.
Ahora que ya conoces algunos consejos para lidiar con el síndrome del impostor,
ponlos en práctica y verás cómo tu crecimiento profesional se beneficiará de manera
positiva.
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que tienes y compartirlas con el mundo sin miedo alguno, reserva una sesión
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Y recuerda,
Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta