Cómo gestionar conversaciones difíciles en el trabajo

Las conversaciones marcan nuestra vida. Las que tuvimos y las que no tuvimos.

Echa la vista atrás. Seguro que recuerdas alguna situación donde nunca llegaste a mantener esa conversación o, por el contrario, conversaciones que eran un reto para ti las acabaste afrontando y con éxito.

¿Sabes qué sería interesante? Hacer una lista pensando en todas aquellas conversaciones que hoy no mantenemos o las que realizamos sin más resultado que un enfado o un enfrentamiento. 

De ahí salen todas tus conversaciones pendientes, así que dime ¿cuáles son tus conversaciones pendientes?

A lo mejor es con un familiar o un amigo con el que tenías una buena relación hasta que hizo o dijo algo que te molesto. Hoy para ti eso ya es un recuerdo al que no das importancia. Sin embargo, te sigue resultando complicado abrir una conversación que te podría permitir reencontrar la amistad que os unió.

O quizás sea esa conversación pendiente sea con tu pareja para decirle cómo te sientes cuando hace o dice determinadas cosas. 

Percibes que cada día que pasa sin tener esa conversación deja una pequeña grieta en vuestra relación y, no obstante, no encuentras la manera de hacerle frente. 

En la medida en que comprendamos las dinámicas que se ponen en juego en una conversación y desarrollemos habilidades para mantenerlas, se abren más opciones de superar situaciones como las que hemos descrito.

Quizás haya algunas situaciones para las que ya sea un poco tarde, pero bueno, siempre será mejor prepararte para nuevas conversaciones que te encontrarás en el futuro y que tampoco te resultará fácil abordar, que continuar acumulando consecuencias de no haberlas mantenido o de haberlo hecho de manera inadecuada. 

Si extrapolamos todo el tema de conversaciones pendientes a un trabajo, os puedo decir que cuando imparto formaciones en empresas me encuentro con directivos y responsables de departamentos en los que no termino de comprender sus reacciones a ciertos estímulos, ya sean problemas, comentarios o conversaciones. 

Cuando lo comento con ellos en privado, suelen reconocer que con esa persona tienen algún tema pendiente. ¡Ahí está la madre del cordero! Pienso yo.

Por eso, en este post quiero compartir contigo algunos pasos que te ayudarán a abordar una conversación pendiente con seguridad, coraje y de una manera eficiente:

1. Prepara el entorno. Es muy importante que el entorno debe ser acogedor, motivador y agradable para ambas partes.

2. Genera la emoción que te impulse a llevar a cabo la conversación. La emoción determina la acción. La rabia y el miedo nos bloquean. Intenta potenciar emociones como la alegría y la confianza.

3. Ten muy claro el “para qué” de la conversación. Ten muy presente qué perderás si no tienes esa conversación pendiente y qué ganarás si lo haces.

5. Escucha, escucha y escucha. Lo que dice y lo que no dice. Libérate de la necesidad de intervenir y practica la escucha activa.

6. Para recibir también tienes que dar. Ofrece siempre al otro lo que realmente quiere, y no lo que supongas que quiere. Si no lo sabes… ¡Pregúntaselo!

Ten esa conversación pendiente, es fundamental para satisfacer nuestras necesidades, para recuperar la serenidad y la paz interior en nuestra vida.

​​Recuerda,

Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.

Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.

Marta Zúñiga

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