El propio Daniel Goleman lo dice: La inteligencia intelectual (IQ) tan solo representa el 20 % del éxito de una persona. El otro 80 % se lo otorga a la inteligencia relacional (IR).
La formación, las habilidades y la experiencia profesional se tienen en cuenta, pero cada vez más empresas valoran la capacidad de una persona para establecer un vínculo estrecho con todo lo que le rodea (ambiente, mercado, competencia, empresas, jefes, compañeros, etc.).
Esto es la Inteligencia Relacional.
Las empresas cada vez son más conscientes de esto: muchas personas parecen ser expertas en una materia que encaja con un cargo determinado, pero son difíciles de tratar y de convivir con ellas en el interior de una compañía. En esos casos, su nivel relacional con los demás es muy escaso, y eso hace que acabe afectando al comportamiento de otras personas.
Por eso si tienes entrevistas de trabajo a la vista o un ascenso dentro de tu empresa que requiere de un proceso de selección, te recomiendo que tengas muy en cuenta todos estos consejos que te voy a dar si quieres ser la elegida.
Asigna reconocimiento y responsabilidad.
Las personas inteligentes desde un punto de vista relacional saben identificar qué parte del éxito corresponde a su contribución personal sin sobrevalorarla y qué parte proviene de las aportaciones de otros. Son buenos, por tanto, asignando reconocimientos y responsabilidades.
Si te preguntan por otros proyectos no te olvides de reconocer tu desempeño y el de tu equipo. En definitiva, asumes lo propio y no te apropias de lo ajeno.
Destaca tu capacidad para resolver problemas.
La mayoría de las empresas valoran cada vez más de un candidato, su capacidad para resolver problemas y no solo el conocimiento de ellos.
Las historias de éxito profesional suponen momentos decisivos en tu carrera porque fuiste capaz de superar desafíos significativos.
Cuando cuentes la situación, detalla cómo la gestionaste, cómo te enfrentaste a algo que te parecía insuperable en ese momento, cómo tomaste la iniciativa y llegaste a un plan por ti misma para lograr un resultado positivo.
Lo tuyo son generar relaciones sanas.
Quienes desarrollan este tipo de inteligencia cuidan al máximo las relaciones en las que todas las partes se enriquecen desde cualquier punto de vista, y evitan a toda costa mantener relaciones tóxicas.
Son buenas para cerrar relaciones que únicamente produce conflictos.
Y lo que mejor se te da es crear conexiones que te permiten potenciar las fortalezas de las partes implicadas.
Siempre refuerzas positivamente en tu equipo.
El refuerzo positivo fortalece a la persona, la impulsa a seguir, la motiva a continuar.
Comentarios del tipo «Buen trabajo», “Gran trabajo”, “Te felicito por todo tu trabajo y los resultados conseguidos” o “Admiro tu afán de superación, mantienen la relación viva y conectada con tu equipo.
No evalúas, no juzgas.
No se trata de estar de acuerdo o en desacuerdo, ni de comparar, es simplemente recibir y acoger lo que tu colaborador te comparte.
Miras cuando te hablan.
La mirada, junto con una postura abierta, es el recurso más valioso para acoger, generar confianza, crear apertura y conexión en una relación laboral. Aprovecha este consejo para tu propia entrevista.
Eres de las que toma siempre la iniciativa.
Escuchar te da una mejor perspectiva sobre todo en la solución de los problemas, ir un paso adelante de los requerimientos siempre generará confianza.
Cuéntame ¿Vas a aplicar estos consejos para sacar lo mejor de ti?
Espero haberte ayudado y si necesitas ayuda con todo esto, reserva una sesión gratuita conmigo donde te ayudaré a que tengas claridad sobre tu siguiente paso profesional dentro de tu trabajo.
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Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta