¿Cómo tener la determinación de cambiar tu vida profesional o personal, cuando tienes el riesgo de “pegártela”, perder dinero, ponerte en riesgo, fracasar, elegir el camino que no es, exponerte ante un mercado que te conoce y quedar en ridículo, etc.?
En fin, todo esto te puede pasar en el momento que decides cambiar algo en tu vida y es bastante natural que sientas esto. Es más, yo soy muy partidaria, de que consideres también las cosas que pueden ir mal. Para que, si suceden, estés preparada. Es importante ser positiva igual que lo es ser estratégica y prever posibles escenarios complicados. Más que nada, porque reaccionaras más rápido y mejor. Ser positiva no es ser gilipollas, con perdón.
Siempre considera ¿Cuál es el peor escenario posible? y ¿Qué voy a hacer si esto sucede? El famoso Plan B. Ahora bien, pon tu alma en el plan A.
Hace unos años, cuando yo decidí “resetearme”, estaba muerta de miedo. Primero porque no sabía lo que quería, punto importante, segundo ¿qué pasaba si me quedaba sin dinero en el intento? y tercero ¿Cuál iba a ser el coste que iba a pagar si no hacía nada?
Esta tercera pregunta es clave, ¿qué pasa si no haces nada? ¿Te ves otros 10 años así? ¿puede que el no hacer nada te lleve a una depresión, a una insatisfacción perenne con tu trabajo, a ser una amargada? En mi caso, lo tenía claro que sí. O hacía algo o mi vida iba a ser un un estrés constante. Algo contraproducente si quería tener familia y una vida apetecible a parte del trabajo.
La parte económica, claro que es importante. Parte de tu “reseteo” y de tu plan tiene que ser con qué dinero cuentas o cómo vas a conseguirlo. Pero no puede ser una excusa, Si quieres, de verdad que puedes. Ahora bien, con trabajo, creatividad, constancia y foco. Planifica, sé estratégica y ponle todo tu alma. Y te resetearás.
La semana pasada hablaba de las fases de la vida, según la antroposofía y quedé que te iba a hablar del Séptimo septenio, desde los 42 años a los 49 años. (Que sepas que este es mi septenio actual).
Este es el septenio de la acción y del desarrollo del espíritu. Si en esta fase no haces nada, tu vida será un engaño, una falsedad para ti. En esta fase hay :
- Mayor desgaste físico.
- Aumento del cansancio frente a los mismos esfuerzos.
- Aumento de peso, ya que no es posible controlarlo como ocurría con anterioridad.
- Posibilidad de una incipiente caída del cabello.
- Notoria disminución de la visión.
- Pérdida de la memoria.
- Decaimiento de las fuerzas vitales.
- Desequilibrios hormonales.
- Tendencia a la sequedad de la piel; por lo tanto, aparecen las arrugas;
- Un elemento infalible en este período es la sensación de vacío que acompaña a todas estas manifestaciones físicas y anímicas. Este vacío, que puede ser vivido como soledad, trata de compensarse con gratificaciones buscadas en el mundo exterior (viajes, cambio de automóvil, de casa y, con frecuencia, cambio de pareja).
Si estás en modo observador de tu propia vida y no de protagonista, dejarás tu destino al azar, a la buena o mala suerte. Cada fase requiere un avance, unos cambios, una evolución.
Por eso si estás en este septenio o en el anterior, es el momento ideal para el cambio, para dar el paso a la vida que tu quieres, profesional o personal.
Mi programa, Por fin es lunes, fue creado para estas dos fases de la vida. Para estos dos puntos de inflexión que todos tenemos,
Si estás en este punto y quieres saber más del Programa Por fin es lunes, contacta conmigo en info@porfineslunes.net o entra en www.porfineslunes.net
Cambia tu carrera y mejora tu vida.
¡Te deseo que pases un buen lunes y una mejor semana!