Esto es lo que sucede cuando los trabajadores no están alineados con los valores de la empresa

El 22% de los trabajadores no entienden los valores de la compañía o, simplemente, los desconocen. El 33% de los empleados no conoce la misión de la empresa. El 38% no cree que sus valores personales estén alineados con los de la empresa.

¿Qué conclusión sacamos de estos datos?

Si yo empiezo a trabajar en una empresa y no me siento alineado o no me importa el proyecto, ni la misión, ni los valores, es que solo quiero trabajar por dinero.

Cuando un colaborador no se siente comprometido, y solo trabaja por dinero, se abre una espiral negativa de la que después es difícil salir:

1. Los colaboradores pierden interés en sus trabajos

2. No son todo lo productivos que deberían

3. Los clientes no están contentos

4. La compañía se resiente

5. Los empleados pierden su trabajo

6. La compañía tiene que invertir tiempo y dinero en un nuevo proceso de selección

Pero. ¿Y si comienzo a trabajar alineado con la empresa, el proyecto me interesa y no solo quiero trabajar por dinero sino también para aportar valor y desarrollarme profesionalmente (y como persona, por supuesto)?

A esta colaboración, se le augura un buen futuro ¿no crees?

Si después de los seis primeros meses de trabajo mi alineación se debilita, y cuando llego a los dos años (si llego) ya no estoy alineada sino “alienada”, ¿qué ha podido ocurrir por medio?

Habría que analizar caso por caso pero como no puedo hacerlo desde aquí, voy a proponer algunas posibilidades:

  • Ha cambiado mi motivación y ya no me interesa la empresa
  • Ha cambiado la estrategia de la empresa y ya no le interesa mi perfil
  • Uno de los dos (o ambos) hemos sido incoherentes con lo que dijimos que haríamos
  • La empresa ha sido coherente (en general), pero mi manager más directo incumple su palabra
  • Uno de los dos (o ambos, mi manager y yo) tenemos baja inteligencia emocional y no nos soportamos

¿Qué hacemos ante este escenario?

Estáte atenta a estas 6 claves para mejorar la colaboración y la alineación de tu equipo.

Definir un propósito común: No hablemos de objetivos. Los objetivos son pasos a cumplir para alcanzar una meta mayor, que se deriva de un fin mucho más grande: el propósito. Un propósito es una razón de ser, la justificación por la cual estamos todos al pie del cañón. Tiene el poder de incentivar y dirigir las acciones de una empresa y de impulsar el logro de objetivos. 

Determinar indicadores: Los indicadores funcionan como parámetros para delimitar los esfuerzos que llevará adelante tu equipo. No te preocupes, esto no provocará una disminución en su capacidad de innovar ya que todos necesitamos un marco de referencia para actuar y los indicadores son la mejor herramienta para esto. 

Entre ellos están: definir objetivos smart, hitos dentro del proyecto, roles los cuales deben ser claros entre todos los colaboradores y especificar responsabilidades y expectativas a cumplir.

Fortalecer la cultura de la empresa: Crea una cultura organizacional que estimule la generación de ideas. Es importante motivar la participación de todos los miembros ya que cada aporte enriquece el proceso de búsqueda de soluciones. Mantener un buen clima laboral beneficia las operaciones de un negocio y al aumentar la satisfacción de los colaboradores internos, su productividad también se incrementa. 

Enfatiza los valores de la compañía y trabaja para que cada integrante no solo los conozcan, sino que los internalicen. Compartir valores es una excelente forma de mejorar las relaciones interpersonales.

Canales de comunicación: Una forma de potenciar a tu equipo es garantizando que la información sea accesible para todos sus miembros, potencia los que ya utilizáis o incorpora algunos nuevos que agilicen esa comunicación. El tener toda la información centralizada acelerará la entrega de los proyectos y disminuirá la frustración del equipo, al disponer de toda la información que necesitan 

Seguimiento: Agenda reuniones periódicas para hacer un seguimiento del avance del proyecto, medir el desempeño de tu equipo. Asegúrate que estas reuniones sean productivas para ello: establece objetivos en la reunión, limita el tiempo de intervención de los asistentes para que todos puedan hablar, asigna un moderador y sobre todo motiva la participación colectiva. 

Reforzar y mejorar : Las reuniones de seguimiento periódicas te mostrarán que aspectos de la alineación deben ser reforzados y optimizados. 

Es importante mencionar que la figura del líder es fundamental para el éxito de este objetivo, y que la flexibilidad es una cualidad fundamental.

¿Vamos a por la alineación de tu equipo?

Espero que este post te haya sido de utilidad 

Si tienes dudas o quieres comentarme algo estaré encantada de leerte en comentarios.

Y recuerda,

Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.

Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.

Marta Zúñiga

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