¿Alguna vez has oído decir a tu jefe que eras afortunado de tener trabajo después de echarte una bronca?
Lo siento, pero si es así trabajas de colaborador para un jefe tóxico.
Y es que sí, sobran jefes y faltan líderes.
No hay nada más eficiente y sostenible que ser cómplice del bienestar de los colaboradores.
Rebajar el estrés en el ambiente de trabajo es tan importante como llevar una dieta saludable y hacer ejercicio con regularidad.
Pero muchas veces no logramos identificar si nuestra desmotivación es debida a que tenemos un jefe tóxico o es simplemente que no estamos hechos para ese trabajo para el que nos han contratado.
Un jefe tóxico es aquella persona que no sabe liderar a un equipo de trabajo. Crea conflictos entre los colaboradores, no los guía, no los motiva, nos los enseña.
Lamentablemente, todos hemos tenido alguna vez un jefe tóxico, yo la primera.
Por eso hoy si eres una de las “agraciadas” que les toca lidiar con un jefe tóxico puede que estos consejos te ayuden.
Antes de nada, aclaro algo: Todos necesitamos trabajar para vivir, sin embargo, no se puede vivir eternamente bajo el yugo de un jefe tóxico.
Si la situación está en un punto sin retorno en el que solo sufres y ya no disfrutas tu trabajo, piensa en ti y cambia de empleo en la medida que tus circunstancias te lo permitan.
Ahora sí, hay van esos consejos:
- Al principio será difícil no responder a las agresiones o gritos recibidos por parte de tú superior, si es el caso, pero ante este tipo de acciones lo mejor es no responder con gritos ataques o insultos. Mostrar desinterés ante las acciones lo harán dejar de actuar así.
- Los jefes tóxicos son así con todos, por eso es importante aprender a reconocerlos. No te lo tomes personal y creas que es tú culpa la forma en la que se comporta. En cambio, si el ataque va dirigido así a ti, el conversar es una de las mejores opciones, preguntarle con sutileza qué sucede.
- Enfócate en cumplir tu trabajo, hacerlo lo mejor posible, seguir al pie de la letra las reglas e instrucciones, para así evitar roces. Aprende a trabajar en equipo, apoyarte a diario en tus compañeras te hará sobrellevar las situaciones con el jefe de una mejor forma.
- Procura estar siempre en constante aprendizaje y preparación, para ofrecer un mejor rendimiento, eso se verá en tú desempeño diario y será bien recompensado.
- Nunca hables con tu jefe tóxico de tu vida privada, no cuentes tus problemas o miserias. Lo puede aprovechar en tu contra, por lo que a ti respecta, todo está fenomenal siempre y en todo momento.
- Cuando salgas del trabajo, cierra la puerta tras de ti. Tu vida no es solo el trabajo, permítete que no te persigan esos fantasmas hasta tu vida personal.
- Nunca permitas que ese comportamiento tóxico se contagie. No trates a tus compañeros como te están tratando a ti tus jefes. No asumas esa forma de ser con nadie más.
- No te dejes humillar. Por mucha jerarquía que exista en un entorno laboral, tu dignidad está por encima de todas las cosas. No hay que agachar la cabeza ante todo ataque. Defiéndete de forma firme y contundente y deja claro que no dejarás que se te denigre como trabajador de esa manera nunca más. Marca unos límites y no dejes que los supere.
- Jamás dejes que te hagan sentir mediocre ni que baje tu autoestima. Confía en tus valores y tus habilidades e intenta mejorar allí donde fallas. Pero no te creas todo lo que dice un jefe tóxico ¡recuerda, son tóxicos!
Y recuerda,
Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta