Lo siento, la he c*g*do

Es una sensación horrible, te sube como un calor a la cara y sientes un hormigueo en el estómago. Te empiezan a sudar las manos y empiezas a flagelarte sin piedad. ¿Cómo he podido ser tan tonta? Van a pensar que soy una inútil y una mediocre.

Si querida, la has c*g*do, has cometido un error, una equivocación, ¿y ahora qué?

Cuánto te dura el tormento mental que te autoimpones para castigarte, ¿horas? ¿días? ¿Cómo te comportas? ¿Estás de mal humor y no quieres ver ni hablar con nadie? ¿Se lo cuentas a todo el mundo para desahogarte y buscar consuelo?

Tal vez te pasa que cuando alguien con ganas de ayudar te dice, “¡Todo el mundo comete errores, no es para tanto! “Get over”! Tú la miras con esos ojos láser malignos ensangrentados por tu furia y en tu mente empiezas a pensar frases formadas por palabras horribles sin control. No quieres condescendencia, tú no te sueles equivocar así nunca y lo que buscas no es una mano en tu hombro, tú lo que sientes que te mereces es sufrir por semejante error. Sin anestesia.

Llegados a este punto, ¿qué puedes hacer para gestionar todas estas emociones mejor?

7 pasos para tu “recuperación mental”:

1. Siéntete mal. Pero no durante mucho tiempo. 

La has c*g*do, si. Es natural y humano sentirte frustrada, cabreada, estresada, inútil y no sé cuántas cosas más. Permítete sentirte así. Pero un rato, puede ser 10 minutos, media hora, incluso 1 hora. Cuanto menos tiempo mejor, porque estas emociones son pegajosas y tienden a quedarse más tiempo del necesario y se hacen incluso más grandes cuanto más tiempo y espacio les das en tu cabeza.

Ten listo tu “antídoto anticagadas” que puede ser, vete a correr, a meditar, date una vuelta por el edificio, haz “kickboxing”, habla con tu terapeuta, tu coach, tu pareja, un amigo/a, escribe en un cuaderno lo que te pasa, desahógate escribiendo. Piensa cuál es tu antídoto.

2. No pierdas la perspectiva. 

Si no eres militar, bombero o cirujano, tu situación no es de vida o muerte. Seguramente el error que has cometido es solucionable, más fácil de lo que crees. Pero tu “trastorno temporal transitorio” no te permite razonar. Por eso es importante que no pases mucho tiempo en la rabia y la frustración, es poco eficaz de cara a solucionar tu c*g*da.

3. Confronta el peor escenario posible y olvídate ya.

Es evidente, tus acciones traen consecuencias, así es la vida.  Pero tu mente exagera, y tiende a magnificar y dramatizar las consecuencias de tus actos, provocándote un estado de ansiedad y nerviosismo, que te lleva, irónicamente, a cometer más errores.

Es útil, que analices y confrontes el peor escenario posible para que precisamente “hagas las paces con él” y continúes con tu vida normal.

4. Discúlpate por el error, pero no te excedas.

No hay excusas ni justificaciones. Dices lo siento, he cometido un error, estoy trabajando en corregirlo lo antes posible y sigues adelante.

Creo que la gente suele estar tan preocupada con sus propios objetivos, proyectos y problemas, que probablemente se han olvidado del tema.

5. Crea un plan para que no te vuelva a pasar.

Evaluar lo que debes hacer de manera diferente la próxima vez para asegurarte de que este mismo error no vuelva a suceder. ¿Estabas en plan multitarea más allá de tu capacidad? ¿Hiciste todo tan rápido para llegar a tiempo que perdiste detalles importantes durante el proceso?

Si crees necesario decirle a tu jefe como lo vas a resolver a partir de ahora, se lo comunicas.

6. Gana la confianza de nuevo a través de tus acciones, no solo con tus palabras.

La mejor manera de ganar la confianza y la admiración de la gente es ofrecer consistentemente un gran trabajo. Punto. Haz eso y los ataques ocasionales de olvido o resbalones aquí y allá es probable que sean rápidamente perdonados y olvidados.

En pocas palabras: Un error -incluso uno grande- no tiene que descarrilar tu vida o tu carrera.

Y si no acuérdate de Bill Clinton fue públicamente avergonzado por la infidelidad. Recibió el Premio Ciudadano del Mundo de la ONU unos años más tarde en honor a su trabajo de derechos humanos y su contribución al planeta.

¡Varios de los emprendimientos iniciales de Henry Ford fallaron, muchas veces!, antes de fundar la exitosa Ford.

El tema es, tu puedes fallar Incluso “muy públicamente y muy dramáticamente” y todavía reinventarte, pasar más allá del error, y crear una vida estupenda, asombrosa y exitosa.

Por lo tanto, si todavía estás fustigándote sobre el documento que se te olvidó adjuntar o sobre esa presentación que no revisaste y estaba con errores o porque hablaste más de la cuenta en aquella reunión tan importante. Dejarlo ir. Vas a estar bien.

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Te deseo que pases un buen lunes y una gran semana.

Un abrazo fuerte,

Marta

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