En los últimos años, impartiendo coaching ejecutivo, he conocido a miles de personas de distintas empresas y, de entre todos ellos, hay algunas personas que me dijeron «Yo cuando voy a trabajar no vengo a hacer amigos».
Según me decían eso lo primero que hacía era ir a conocer a su equipo más de cerca y me daba cuenta de lo que pasaba.
Entiendo que una persona tenga su vida fuera de su empresa, que sus mejores amigos no trabajen con él o ella, eso es normal. Pero si dices abiertamente «no vengo a hacer amigos», parece que estás algo a la defensiva ¿no?
Así ocurría que al final ese equipo de trabajo acababa como el Rosario de la Aurora, es decir que no era para nada un equipo de alto rendimiento.
¡Ahí estaba la madre del cordero!
La confianza es la base sobre la cual desarrollamos cualquier actividad y el engranaje que marca nuestras relaciones con los demás.
Cuando existe confianza en uno mismo, en los compañeros y en el entorno en el que se desarrolla un trabajo, este se afronta con mayor dedicación y compromiso y por ende los resultados mejoran.
A raíz de la confianza existen más factores que son determinantes para el éxito del equipo.
Y es que un equipo de alto rendimiento no se trata de un conjunto de personas muy eficientes en su trabajo individual, sino de un grupo capaz de sumar todo su potencial y obtener resultados muy por encima de la media, superando en ocasiones los objetivos fijados por la empresa. Son grupos en los que el todo representa más que la suma de las habilidades de sus integrantes. Pero ¿cuáles son las claves de su desempeño superior al resto?
1. LIDERAZGO ABIERTO E INTEGRADOR
El clima y las relaciones interpersonales son muy importantes en un equipo de alto rendimiento, y el tipo de liderazgo que se ejerza será determinante para crear las condiciones ideales de trabajo. Un ejercicio del liderazgo de forma inclusiva y dialogante es factor decisivo para conseguirlo.
2. AUTONOMIÍA
Tomar decisiones con un alto margen de independencia (alineadas siempre con los criterios de la empresa) es una de las constantes en los equipos de alto rendimiento.
3. CLARIDAD Y TRANSPARENCIA
Los objetivos fijados, las acciones que se llevarán a cabo para conseguirlos, y los roles que deben desarrollar cada miembro deben estar muy claros para todos. Si algún miembro del grupo no comprende realmente cuál es su papel dentro del equipo y qué aporta en su trabajo, es probable que desconecte a la primera de cambio.
4. MOTIVACIÓN
Las personas que integran un equipo de alto rendimiento se encuentran emocionalmente implicadas y muy comprometidas con los objetivos de negocio. Para mantener una alta motivación es fundamental fomentar la integración, la pertenencia y la confianza entre todos sus miembros.
5. INICIATIVA
Cada una de las personas del equipo, independientemente de su cargo o sus responsabilidades, debe sentirse libre para proponer nuevas iniciativas. La lluvia de ideas en el grupo puede ayudar a ser un auténtico impulsor de la creatividad.
6. RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
Tanto los éxitos como los fracasos se asumen por parte de todo el equipo. Ello implica celebrar los logros entre todos y no buscar culpables concretos cuando algo sale mal.
7. COMUNICACIÓN
La capacidad para crear un ambiente comunicativo entre los miembros del equipo es crucial cuando se trata de unir esfuerzos para conseguir un objetivo común. La cooperación y el feedback sobre las cuestiones de trabajo son clave para conseguirlo.
¿Aplicas estas 7 claves para sacar lo mejor de tu equipo?
Si tienes dudas o quieres comentarme algo estaré encantada de leerte en comentarios.
Y recuerda,
Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta Zúñiga