Los conflictos de trabajo en equipo más comunes y cómo resolverlos

  • Jorge y Luis están enfadados porque Jorge se ha dedicado a contar a sus compañeros información inventada sobre Luis.
  • María y Cristina llevan mucho tiempo trabajando en el mismo departamento, y los continuos roces han provocado que no se soporten mutuamente.
  • Pedro se queja a sus jefes porque Pablo siempre está usando el equipo informático y no puede terminar su trabajo a tiempo.
  • Rocío está descontenta porque Elena le ordena cosas sin ser su jefa o le asigna tareas que no tienen que ver con su puesto de trabajo.
  • Juan no se encuentra a gusto en la empresa porque la dirección la obliga a alcanzar unos resultados imposibles, ya que cambian continuamente sus directrices y metodología de trabajo.
  • José comienza a tratar de forma despectiva a Ángel porque considera que las decisiones de la gerencia de la empresa le benefician, lo cual deteriora su relación.

¿Quién da más?

Los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) señalan que los españoles pasamos una media de 38,5 horas a la semana en el trabajo. Esto son muchas horas juntos, teniendo que compartir tiempo y espacio con compañeros y directivos, cada cual con sus propios intereses, actitudes y personalidades. Esto puede dar lugar a la aparición de conflictos laborales, uno de los problemas más comunes en el ámbito empresarial.

Los conflictos no resueltos suelen generar una pérdida en la productividad y la creación de barreras para la cooperación interna. Para evitarlo, es necesario un liderazgo efectivo que los resuelva de manera adecuada.

El liderazgo y el conflicto van de la mano. Si un líder no se ocupa de los conflictos -de prevenirlos, manejarlos y resolverlos de manera adecuada- poco a poco, verá salir por la puerta a sus buenos talentos en busca de ambientes de trabajo más saludables.

Por eso una de las características que afianzan a un líder es la manera de enfrentar los conflictos entre su equipo de trabajo. Pero, para resolver los problemas del personal, es necesario primero saber identificarlos y clasificarlos.

  • Conflicto de relación. Suele producirse al haber un choque de diferentes personalidades entre los colaboradores de un equipo o departamento.
  • Conflicto de información. Este problema se da a través de malos entendidos entre los colaboradores, como una mala comunicación o transmisión de datos o instrucciones deficientes.
  • Conflicto de intereses. Esto se produce cuando cada uno de los colaboradores tiene necesidades diferentes y hace sus actividades o tareas obstaculizando los intereses de los otros miembros del equipo.
  • Conflictos estructurales. Se generan por desigualdades culturales o educacionales en cuanto a los roles en la línea de trabajo.
  • Conflicto de valores. Cuando un empleado intenta imponer sus valores personales a otro miembro de su equipo de trabajo.

Teniendo identificado y clasificado el conflicto, es primordial para toda empresa tener personal capacitado para enfrentar las múltiples problemáticas laborales que se puedan presentar.

Para lograrlo, te comparto algunos pasos a seguir que pueden ser útiles en el momento de búsqueda de soluciones para los conflictos laborales dentro de tu organización.

Acepta el problema y anima a encontrar una solución

En el momento en que comienza a existir un conflicto laboral lo menos que debes hacer es ignorarlo o fingir que no existe. Recuerda que conforme avance el tiempo, el problema también lo hará. Esto solo generará más tensión entre los elementos implicados.

Una vez identificado el problema, es importante que animes a los colaboradores involucrados a que busquen una solución a mediano o largo plazo. Hazles saber que será necesario resolver este conflicto laboral para mejorar la comunicación interna del equipo de trabajo y el resto de las áreas de la empresa.

Busca una solución inmediata y eficaz

Tampoco es bueno eternizar la resolución de un conflicto laboral. Cuanto más rápido convoques a los involucrados para que puedan hablar objetivamente, más inmediata será la solución que encuentren. Así como es necesario que un conflicto

laboral sea atendido, también es fundamental que la solución responda positivamente al cambio y su aplicación.

Habla con cada una de las partes involucradas en el conflicto

El tercer consejo es reunir a las partes que se encuentran inmersas en un problema o situación en particular. Lo ideal es que hables primero con cada persona por separado. Fija una reunión que todos deban respetar y asegura que haya tiempo suficiente para escuchar todos los comentarios posibles de los implicados con atención. Resolver un problema puede requerir intervenciones largas y prudentes para encontrar una solución conjunta.

Evita promover ataques personales o desaprobaciones

Como en muchas discusiones entre dos o más personas, las descalificaciones personales pueden aparecer. No obstante, tú como moderador no puedes consentir este tipo de acciones en ninguna circunstancia. En su lugar, promueve un flujo de comunicación efectivo en el que todos puedan exponer su punto de vista, sin necesidad de atacar directamente a otros. Para la resolución de conflictos laborales, lo más importante es concentrarse en la solución del problema y no solo buscar un único culpable y señalarlo.

Escucha con atención lo que todos tienen que decir

Es indispensable que pongas toda la atención posible a cada persona que esté dando su punto de vista. Evita interrupciones, sean tuyas o de terceras personas, como confrontaciones durante la discusión.

Orienta de manera asertiva las reuniones o discusiones

Evita a toda costa tomar partido por alguna de las partes. Debes tener en claro que tu posición es únicamente como mediador para escuchar a tus colaboradores y ofrecer las soluciones más prudentes a la situación.

Llega a acuerdos convenientes para cada parte

Cada conflicto requiere una solución precisa, en la que se consideren las opiniones y sentimientos de los colaboradores.

Espero que esta guía te haya sido de ayuda y, sobre todo, que hayas aprendido la importancia de que todos pongan de su parte para evitar estas situaciones o, en caso de producirse, enfocarlas hacia una meta positiva.

Si tienes dudas o quieres comentarme algo estaré encantada de leerte en comentarios.

Y recuerda,

Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.

Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.

Marta Zúñiga

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