No tengo tiempo. No me da la vida. 3 consejos.

NO TENGO TIEMPO. ¡NO ME DA LA VIDA!

¿Te suena esta expresión? Seguro que has utilizado esta frase en más de una ocasión.

Y perdona que te meta el dedo en el ojo, pero seguro que la has justificado con argumentos o pensamientos como:

  • Tengo tantas cosas que hacer que no sé por dónde empezar.
  • Mi trabajo es muy complejo, requiere saber tantas cosas que debo hacerlo yo directamente.
  • Cada vez tengo menos tiempo para lo mío. Parece que soy la única que trabaja.
  • Entre reuniones, comidas con clientes e interrupciones varias se me ha pasado el día volando y tengo la sensación de no haber hecho nada.
  • Termino antes haciéndolo yo que explicando lo que hay que hacer, no tengo tiempo ahora de explicar nada.
  • Mi gente no se entera, no tiene visión de conjunto, yo tengo que estar en todo y hacerlo yo misma.

Con estos pensamientos no haces más que justificar tu mala organización, falta de delegación y tu falta de tiempo, que por supuesto no es tu problema si no “problema de los demás” o eso es lo que te dices.

Para paliar esas deficiencias tiendes a considerar el tiempo en términos cuantitativos, es decir, sacas más horas al día, a la semana, al año, a costa de alargar la jornada laboral llegando más tarde a casa, llevándote trabajo a casa y robándoselo a la familia o al sueño, acortando tus vacaciones o sacrificando fines de semana.

De esta forma consideras que dominas el tiempo a costa de tu propio sacrificio, y tiendes a pensar que esto es transitorio, que más adelante te organizaras y sacaras el tiempo que ahora no tienes para dedicárselo a las otras cosas de la vida.

ERRORRRRR.

¿Por qué? porque el tiempo es relativo y realmente cuantas más actividades y tareas intentas abarcar en un determinado periodo de tiempo, más rápido parece pasar y menos disfrutamos de él.

Por otro lado, la sociedad actual tiende a moverte cada vez más deprisa a que abarques más, a llenarte de más información.

¿Qué beneficios te aporta una buena gestión de tu tiempo?

  1. Reducir tu estrés
  2. Tener una visión más eficaz tanto de tus actividades como de las prioridades.
  3. Tener tiempo para ser más creativa.
  4. Tener más tiempo libre para los amigos, la familia y para ti misma.
  5. Y, sobre todo, en el mundo laboral, estar más centrada en la consecución de tus objetivos y responsabilidades principales.

¿Te acuerdas del anuncio de Ikea, hace dos años, que los niños lo único que querían era que sus padres pasaran más tiempo con ellos y menos trabajando con el ordenador?

¿Recuerdas como te sentiste?, yo te lo refresco, ¿CULPABLE?.

¿Y qué decidiste en ese momento? ¡Esto se ha terminado, voy a jugar más con mis niños y a trabajar menos!

Este año hubiese estado bien que Ikea hubiese hecho un follow up, para ver cuantos padres y madres realmente cumplieron su propósito y gestionaron mejor su tiempo.

Como eso no ha sucedido, voy a ser práctica, porque mi intención es apoyarte y no tocarte la moral, te voy a dar 3 consejos para evitar cinco trampas del tiempo:

1. Exceso de perfeccionismo. En muchos casos tu propio deseo de hacer las cosas perfectas, es uno de los principales obstáculos para no hacerlas a tiempo. En tu trabajo, hay innumerables momentos, a lo largo del día, en que no ser perfecto tiene más sentido desde el punto de vista práctico y de ganar tiempo, que tender a la perfección. Para ello es importante eliminar la tendencia a recopilar información, en exceso, sólo la necesaria para la toma de decisiones, más allá de eso se hace innecesaria o no relevante.

2. Superar el miedo a decir que no. ¿Te resulta difícil decir que no y terminas cargando con tareas que realmente no son tuyas bien por un exceso de querer agradar o bien por deseos de integrarte más en el grupo?

La realidad es que aceptas invitaciones por no saber decir que no o te haces cargo de trabajos que realmente no te corresponden. Y finalmente estas tareas terminan destrozando tu tiempo. ¿verdad? Por esta razón, con tacto y empatía debes aprender a decir que no. Ante un acto que te invitan, agradecerlo, desearles lo mejor, pero decir claramente que, aunque te gustaría, no puedes asistir.

3.Que no te pasen el mono. William Oncken, especialista en gestión del tiempo de directivos, desarrolló una teoría que denominó “Teoría de los monos”. Según Oncken los problemas son como los monos que si no tienes cuidado terminan subidos a tu espalda. Esto sucede cuando, por ejemplo, un colaborador te interrumpe y viene a contarte un problema, a medida que el colaborador va contándote el problema el mono va pasando de su espalda a la tuya. Si finalmente te comprometes a ayudarlo el mono ya está en tu espalda. Hay una diferencia importante entre ser amable con las personas y un referente con el que pueden contar y otra muy distinta es terminar haciéndoles el trabajo y resolviéndoles la cosas. Cuidado con el mono, que no te lo pasen a ti.

Como es un tema muy demandado, la semana que viene te daré más consejos sobre cómo optimizar tu tiempo. Así que To be continued…

Espero que te haya resultado práctico. Espero que lo apliques y que no te vuelva a pasar lo del anuncio de Ikea, es decir que tengas tiempo para todo lo que quieres.

Comparte el post, si te ha resultado práctico. Recomiéndame a tus amigos, conocidos y colegas. Te lo agradeceré mucho y nos vemos el lunes que viene.

Te deseo un buen lunes y una gran semana.

Un abrazo,

Marta

1 Comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

  • Me resultó muy interesante el tema seguiré leyendo los próximos post. Gracias

Si sigues utilizando este sitio, aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar