Odio mi trabajo, ¿qué puedo hacer?

“Odio mi trabajo, pero no puedo dejarlo” es una frase frecuente que oigo en las sesiones con mis clientas.

Quizá te sientas identificada con ella porque estés en esa situación o quizá no, de lo cual te doy mi enhorabuena. 

Lo que sí es cierto y sale en las noticias, a menudo, es que más de un 70% de las personas no son felices en su trabajo, pero no pueden dejarlo.

Mucha gente se ve atrapada en ocupaciones que no les llenan o, peor aún, en entornos laborales, tóxicos, malas condiciones de trabajo o situaciones de acoso. 

Cuando escapar de ellas resulta imposible, la angustia y la desesperanza suelen aparecer. El trabajo se convierte en un centro de gravedad del que el pensamiento no puede escapar.

Cuando no te gusta tu trabajo, puede que te sientas atrapada: piensas cosas tales como “no puedo renunciar a mi sueldo”, “si lo dejo no sabría qué hacer” o “en otra empresa sería parecido”… Y esto genera mucha frustración y hace que la mayoría de las personas acaben por resignarse.

Te aseguro que una carrera profesional tiene que ser un camino de asumir riesgos, de probar, de intentar, y con esas decisiones, vienen, a veces, los trabajos horribles.

¿Lo realmente importante? Darte cuenta a tiempo y hacer algo al respecto.

Y de eso es de lo que va este post, en el que hablaremos de algunas estrategias que te ayudarán a sobrellevar la situación hasta que encuentres algo mejor. No te lo pierdas, vamos a ello.

1 Odio mi trabajo, ¿Por qué?

En primer lugar, tenemos que pararnos a pensar qué es exactamente aquello que odiamos de nuestro trabajo.

Las razones más comunes son estas:

Salario bajo.

Malos jefes.

Cultura laboral tóxica.

Mala comunicación entre compañeros.

Mala organización.

Largos o estresantes trayectos al ir y volver del trabajo.

Horarios incompatibles con la vida cotidiana.

Trabajos con un alto nivel de estrés emocional: veterinarios, personal sanitario, bomberos, etcétera.

Problemas morales con la propia ocupación: mataderos, comerciales, desahucios y más.

Falta de reconocimiento de la valía del trabajador.

Situaciones de maltrato o acoso.

Si descubres que aquello que te hace infeliz se escapa a tu control, solo tendrás dos opciones o aceptarlo y tratar de no sufrir más por ello o simplemente salir de ese lugar porque esa circunstancia no cambiará.

2 Odio mi trabajo, pero no puedo dejarlo, ¿qué hago?

Lo primero que debes saber es que no es malo, ni un fracaso, cambiar de trabajo. 

Muchas personas se esfuerzan por mejorar en una tarea mientras se asfixian por todas las malas condiciones que soportan, y eso no es sano ni se debe convertir en cultura.

Pero mientras tanto, ¿no es mejor sacarle el máximo partido a la situación?

¿No vamos a estar simplemente dejando que se nos pase la vida en ese trabajo, metidas sin pena ni gloria, no crees?

Por eso te recomiendo: 

Haz mucho networking – Esto no va de entregar el CV a diestro y siniestro, esto va de relaciones mutuas, por tanto, piensa que puedes tú también aportar.

Elige algún proyecto en tu empresa que nadie quiera y hazlo tú – Con poco que puedas conseguir, mejorar, aumentar, puedes hacerlo lucir en tu currículum.

Aprovecha el trabajo que tienes ahora para desarrollar todas esas habilidades que tú sabes que en el trabajo que deseas te van a pedir – Es una muy buena oportunidad para aprender cosas nuevas o mejorar las que ya sabes hacer. Dale una vuelta de tornillo a la situación y plantéatelo así.

3 Odio mi trabajo, ¿cómo trazo mi plan de huida?

Tienes que intentar salir de ese trabajo en cuánto puedas, por eso tienes que trazar un plan de acción, la huida hay que planificarla, que ya sé que no está el horno como para abandonarlo con una mano delante y otra detrás.

Para conseguir cambiar a otro trabajo (y que te guste, te llene y te apetezca ir cada día, porque para hacer lo mismo, no te molestes) necesitas: 

Un objetivo (dónde vas a ir). 

Un plan (cómo vas a llegar hasta allí). 

Herramientas (con qué medios vas a moverte de un sitio a otro).

Si te falta alguna de estas variables, es en lo que tienes que ponerte a trabajar YA. 

Antes de nada. Hasta que no visualices dónde quieres ir – cuál sería el trabajo que te apetece, que te motivaría hacer, y luego decidas cómo llegar, no te agobies con pensar cómo vas a escapar, porque de nada sirve.

Mi consejo final es: Si no te gusta tu trabajo, cámbialo. Y hasta que puedas cambiarlo, aprovéchalo para aumentar tus posibilidades de lograr uno que realmente te apasione.

Si necesitas ayuda con todo esto, reserva una sesión gratuita conmigo donde te

ayudaré a que tengas claridad sobre tu siguiente paso profesional.

Puedes reservarla AQUÍ.

Y recuerda,

Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.

▸Si te ha gustado este email, reenvíaselo a una amiga.

▸ Si te han reenviado este email y quieres recibir otros parecidos pincha aquí y te llevarás una sorpresa.

Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.

Marta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Si sigues utilizando este sitio, aceptas el uso de cookies. más información

Los ajustes de cookies de esta web están configurados para "permitir cookies" y así ofrecerte la mejor experiencia de navegación posible. Si sigues utilizando esta web sin cambiar tus ajustes de cookies o haces clic en "Aceptar" estarás dando tu consentimiento a esto.

Cerrar