¿Necesitas que los demás te reconozcan lo bien que lo haces y lo buena que eres?
¿Qué tu jefe te reconozca que has hecho un buen trabajo?
¿Qué tu pareja te diga lo mucho que le gustó eso que hiciste?
Te suena esta canción que dice: A quién le importa lo que yo haga, a quién le importa lo que yo diga …… Si ¿verdad?
Pues de esto va el post de esta semana: cómo superar la necesidad de reconocimiento y dejar de lado la dependencia emocional en tu trabajo….¡Temazo!
Para liderar tu vida como tú quieres, necesitas entender tus modelos mentales y saber si te ayuda con tu propósito o te hace daño.
Como resumen rápido te puedo decir que los modelos mentales son nuestras ideas y creencias profundamente arraigadas sobre la forma en que el mundo funciona y cómo deberían ser las cosas.
Y es que para ser más libre, necesitas identificar y transformar los modelos mentales limitantes e improductivos que impulsan tus respuestas más ineficaces.
Desde 2010, he estado investigando el papel que desempeñan los modelos mentales en la gestión, el liderazgo y la toma de decisiones. A partir de esto, parece que hay varios modelos mentales comunes:
Validación Externa
Competencia
Perfeccionismo
Control
Los 4 están arraigados en una creencia común que es: No soy lo suficientemente buena en lo que hago y me importa mucho lo que otros piensen de mí (jefe, compañeros, familia, etc.)
Ahora yo te pregunto:
¿Puedes permitirte perder el tiempo preocupándote por lo que alguien piensa de ti si además no tiene nada que ver contigo?
¿Vas a permitir que la percepción de alguien sobre ti defina quien eres tú en realidad y como te sientes contigo mismo?
Pues atenta a estos tips que te voy a dar para qué llegues al punto en que te importa un bledo, un pito y un comino, lo que pienses de ti:
- Ten muy claro que eres tú quien creas tus emociones, nadie más. El daño no está en las palabras que nos dicen, sino en como nosotras lo interpretamos.
- La razón en que nos desaprueben algo está en la mayoría de los casos en la otra persona, no en ti. Cuando alguien reacciona negativamente hacia ti, normalmente es porque se siente inseguro, cansado, estresado, está pensando irracionalmente, hubo un problema de comunicación o está lanzándole emociones negativas que nada tienen que ver con lo que tú hiciste. ¡Ten en cuenta esto siempre!
- Enfoca la crítica de manera objetiva y constructiva. Separa emociones y sentimientos de esa crítica que te han hecho y piensa ¿qué puedo aprender de todo esto?
- Enfócate en hacer lo que tú quieres, no lo que los demás esperan de ti. Pregúntate, ¿qué es lo que necesitas? ¿Qué quieres? ¿Cuáles son tus metas? ¿Cuáles son los miedos que tienes de ir hacia esas metas?
- Trabájate la autoestima y la asertividad. Si tenemos una buena opinión de nosotras mismas y aprendemos a decir “no” y a poner límites, no nos dañará tanto la desaprobación del resto.
- Sé consciente de las emociones asociadas con la necesidad de aprobación. Deja de pensar la vergüenza que pasaste cuando te dijeron un comentario negativo, ni estés pensando continuamente que cuando expongas un proyecto a tu jefe te va a rechazar. Recuerda que allí donde ponemos foco es donde nos expandimos. Vive el presente.
- Grábate a fuego que no puedes agradar a todo el mundo. Necesitar continuamente la aprobación de los demás es algo bastante inefectivo y nos convierte en personas reactivas.
- No te lo tomes todo de formar personal. Te pongo un ejemplo: A lo mejor le han dicho que tus gustos en música son pésimos: Intente mantener el rechazo dentro de ese campo. Nadie te ha dicho que tú seas pésima, además para gustos los colores.
- Quien mejor puede opinar sobre ti misma, eres TÚ.
- Este es el último consejo que te doy y no por ello el menos importante. Por favor trabaja las creencias perfeccionistas de que tu valor como persona está determinado por el logro, porque eso es totalmente FALSO. No, no somos por lo que hacemos o tenemos. Valemos por lo que somos.
Espero que este post te inspire y si realmente estás con ganas de cambio, no esperes más. Hoy es un gran día para empezar.
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Y recuerda,
Crea tu buena suerte con confianza, coraje y constancia. Y haz que suceda.
Un abrazo y gracias por acompañarme semana a semana.
Marta